Espejito, espejito, ¿de dónde viene
esa fascinación por los antagonistas, por los personajes malvados, por los
villanos? Plantear la cuestión es como preguntar por qué el mal en sí nos
intriga.
En primer lugar, debemos saber a que nos referimos
con el término “villano”. Un villano es el
personaje malvado, la encarnación del mal en la ficción. Los villanos cumplen el papel de antagonista ante
el héroe/protagonista. Este generalmente es una figura poco simpática –y he aquí la ironía de que resulta que simpatizamos con él, o al menos eso dice este artículo Los llamamos antihéroes, pero son hijos de puta. Y nos encantan−, que utiliza sus habilidades con el objetivo de
perjudicar a alguien o conseguir algo que desea, utilizando a estos efectos
recursos deshonestos que lindan con la ilegalidad.
Investigando un poco más, descubrí –lo cierto es que tampoco hace falta ser
un genio para pensarlo y saberlo− que la palabra deriva del inglés villain y
ésta a su vez del latín moderno villanus que
significa siervo o campesino, es decir, alguien que está atado a
la tierra de una villa. ¿Os dais cuenta? La palabra para un
personaje cuyas acciones o motivos para propagar el mal viene directamente de
las palabras que se refieren a los trabajadores pobres.
Resulta que la pobreza entonces se equiparaba a la corrupción moral: los
villanos tenían que trabajarse su ascenso en la escala social. De ahí a que las
artimañas del villano procedan de su propia indiferencia moral o de
la perversidad del personaje.
Para que lo entendáis, que el interés de esos campesinos era ascender de
status, sin importarle si para ello tenían que cometer crímenes como matar
gente y demás. De ahí procede el “villano”.
Sin embargo, cuando escuchamos la palabra “villano” hoy en día, ¿en que
pensamos? Obviamente en los personajes malvados de los comics de Marvel. Sí,
esos personajes que luchan contra los famosos héroes como Spiderman, Batman,
Iroman, Capitán América, Hulk, Thor… creo que es una larga lista como para
mencionarlos a todos. El caso es que hoy no vamos a hablar de ellos –por mucho
que me gusten−, no, hoy los protagonistas son los villanos, sí, Doctor Octopus,
Joker, Doctor Muerte, Abominación, La Encantadora, Loki, y muchísimos más.

También
está Loki y resulta imposible no tener un cachito de tu corazón para él. Y no
soy la única, hay más como yo. Loki es el Dios de las mentiras y el engaño, y
crea mogoñón de problemas. Y, teniendo en cuenta de qué es dios, es sorprendente
cómo tanta gente, ya sean héroes o villanos, se fían de él. Se nota que es
bueno en lo que hace. Loki es de estos villanos que no suelen mancharse las
manos, sino que prefiere mentir, manipular y coaccionar a otros para que rompan
las cosas. Creo que eso es una de las cosas que hace que nos atraiga. Hasta
convenció a Odín de que exiliase a Thor. Eso requiere talento, colega.
Para mí Loki es algo así como el Joker de la mitología
nórdica. Es brillante, como un niño pequeño, celoso, envidioso y pedante que
poco a poco y en la oscuridad se va acercando al trono que tanto ansia. Es un
mago, un genio de las ilusiones, y nos genera empatía. En Los Vengadores me enamoré de esa diva que lleva dentro y que tanto
me divierte. Es lo que tiene este villano, no podemos odiarle, se hace querer.
En Thor 2 ya ni siquiera me parece
malo… ahora es más bien ese tío enrollado del que no puedes terminar de fiarte.
Luego está el Doctor Muerte. Él es el
paradigma de la arrogancia y el ansia de poder. Se cree el hombre más talentoso
e inteligente del mundo y no para de enfrentarse a los Cuatro Fantásticos para
demostrarlo. En cierto sentido, es como el Batman del universo Marvel (pero en
malvado, claro). Siempre está preparado para lo que sea y tiene la inteligencia
necesaria para acabar con cualquiera. Es un villano con ansias de poder y si
hay, encontrará una forma de tenerlo. No penséis que es clásico malo “bah,
ataca con sus robots, lo de siempre, meh”, no. ¿Sabíais que sacrificó a su
mujer a unos demonios para conseguir poder mágico? Lo mejor no es el hecho de
que la sacrificara, sino que utilizaron su piel para forjarle una nueva
armadura. Sí, su piel, como lo leéis. Si eso no es maldad apaga y vámonos…
Las arañas tienen 8 patas, al igual que
los pulpos. Y gracias a los cuatro brazos mecánicos del Doctor Octopus, hasta
la fuerza y los reflejos de Spiderman pueden ser insuficientes para detener a
este villano. Sin embargo, no son estos miembros la principal arma de Otto
Octavius, sino su mente privilegiada que ya ha estado a punto de destruir el
mundo entero en el pasado.
Otto siempre ha sido uno de los mejores
villanos de Spiderman, pero ganó aún más fama en los últimos años gracias a una
gran historia en la que robó el cuerpo de Peter Parker, cambiando su nombre por Venom y trató de demostrar que
podía ser un mejor héroe. Pero como siempre, la victoria fue para el héroe,
Spiderman, ya que Octavius aprendió una gran lección sobre eso del poder y la
responsabilidad.
―Loki:
*le da toquecitos en la espalda*
¿Sí, amor mío nº 975?
―Loki:
¿A qué vienen todos estos halagos hacia nuestra persona? Quiero decir, nosotros,
los villanos de Marvel, no tenemos relación alguna con la literatura, o al
menos que yo sepa.
Ais, que listo eres, mi querido Loki.
Bien, todo esto viene a la nueva lectura del gran Charles Baudelaire, su obra “Las flores del mal”. ¿Y qué mejor forma
de analizar ese mal en los villanos? Al fin y al cabo ellos son la clave del
mal. No significa que “Las flores del mal” traten sobre unas flores heroínas
que luchan contra unas malvadas flores, de hecho, si leemos los poemas de
Baudelaire –en concreto la parte de Los
cuadros parisienses− vemos que el protagonista de sus poesías es la ciudad.
Y os preguntaréis: ¿y dónde está el mal entonces? Realmente, no se ve un mal
como tal en sus poemas. Sus poemas se basan en la evasión de la realidad.
Baudeliere es un ser
atormentado por la vida que no encuentra una razón que lo mantenga “vivo” por
si sola. Es un un flâneur, un paseante de la ciudad de Paris que se fija en las
cosas o personas más siniestras y desagradables. Ahí es donde vemos ese “mal”.
Tal vez no haya villanos de ocho tentáculos
por las calles de París, pero estos personajes de la ficción tiene algo oscuro,
son caracterizados por su maldad, y tal como dice Baudeliere en uno de sus poemas
“¡[…] preferiría en suma el dolor a la muerte y el infierno a la nada!”. He ahí
su clave, el tedio, su mayor pecado. Y los villanos han de crear sus planes
para fastidiar a los héroes como para poder desperdiciar el tiempo sin hacer
nada, por lo que pienso que Baudeliere podría dedicarle uno de sus poemas a
ellos, ¿no?
Entonces, retomemos la pregunta inicial:
¿Por qué esa pasión por la maldad en estos personajes? Lo cierto es que yo
antes tuve que cuestionarme otra pregunta: ¿amo a esos hijos de puta que se
dedican a hacer el mal o más bien a tocar las pelotas a mis queridos héroes? La
respuesta es esta: sí y no.
En el artículo que ya os he mencionado
antes (puedes leerlo pulsando aquí) se supone que os explica el porqué, aunque
yo os recomendaría que no desperdiciarais el tiempo leyéndolo. Da vueltas sobre
el mismo tema pero no deja claro nada. Bueno sí. Lo único que me ha quedado
claro según lo leído es que:
A algunas personas simplemente les gusta
ver el mundo quemarse.
Es broma. Pienso que los villanos nos gustan
porque nos dan la oportunidad de vivir por medio de ellos como “rebeldes”.
Desde que nacemos estamos delimitados por unas reglas. Nunca hemos tenido la
oportunidad de vivir sin ningún tipo de inhibiciones. Ver a estos villanos
hacer las cosas que quieren sin ningún tipo de temores nos da una oportunidad de
imaginar nuestra vida si nos saltásemos las reglas.


Pienso también, tal y como menciona el
artículo, que nos gusta ver violencia en la que sabemos que nadie está herido
porque solo se trata de ficción. Esa brutalidad nos excita, nos provoca ese
bombeo de la sangre, que la adrenalina fluya en nuestros cuerpos.
Los villanos tienden a no seguir ninguna regla, hacen cosas sin tener que preocuparse por las repercusiones y esas cosas. Una vez más, ellos hacen lo que desea nuestro corazón interno, o acaso tú, lector que estás leyendo esto, ¿no envidias a alguno de estos personajes? No sé vosotros, pero yo a veces daría lo que fuera por unirme con Sebastian Morgenstern e ir a quemar el instituto porque lo odio por hacerme madrugar a las siete de la mañana entre otras cosas. Por supuesto, después de eso le ayudaría a quemar el resto del mundo, sin duda.
Además
de las respuestas dadas anteriormente, unos de los motivos que añadir al porqué
nos atraen estos personajes es porque suelen estar mejor escritos (en el caso
de los libros, claro), con matices de psicología, comportamiento y
excentricidades, mientras que los héroes a veces resultan muy planos, quiero
decir, lo único que hacen es el bien, no cometen errores. Es maravillosa la magia que escritores y guionistas tienen
para hacernos empatizar, a veces de forma incomprensible, con vampiros, asesinos,
ladrones, alumnos con escopetas e intenciones de matar en el mismo instituto, científicos locos, brujos, demonios, monstruos,
fantasmas o demonios. Un ejemplo sería
el personaje –no villano exactamente, pero si antagonista− Damon, de Crónicas
Vampíricas de L. J. Smith que nos intriga con un niño triste, como encerrado,
sin poder salir (deduzco que ese niño representa su infancia) dentro de su
cabeza y nos provoca curiosidad, Tate Langdon de American Horror Story o
incluso el monstruo de Frankenstein.
![]() |
Damon Salvatore |
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Void!Stiles |
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"I thought you were supposed to save people. I thought that’s what you do, you save people’s lives. You’re just… you’re just gonna let me die. You’re a fraud, Spider-Man." |
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Victor Frankenstein and his monster |
También hay algunos
villanos que son divertidos en las películas: son completos idiotas y los odias
pero son divertidos, por lo que su humor es atractivo para nosotros. Aunque
creo, y si no es así al menos es mi caso, que nos gustan más los personajes
inteligentes –como mencioné al principio de la entrada. En especial Loki con su
astucia ♥−. Lo que hace que los villanos de Marvel sean interesantes es que son
justos. Ellos piensan que están haciendo lo correcto, o al menos lo necesario,
lo que los hace más humanos. Yokai no es un villano en su propia mente. Y es
que ya lo decía Nietzsche: “No es la fuerza sino la perseverancia de los altos
sentimientos la que hace a los hombres superiores”.
Por último y lo más importante creo que
estos villanos nos intrigan: Joker, Sebastian M, Loki, etc, esas historias
suyas ajenas a nuestro mundo hacen que queramos saber qué es lo que los motiva,
porque son monstruos, como es que ellos existen.

Y ese es la parte de mi “no” a la pregunta
de si me encantan los villanos. Ya os comentaba en la entrada de la ficción
frente a la realidad que prefiero la ficción. Y si la prefiero es porque en la
mayoría de casos los malos mueren y los buenos ganan, cosa que busco en mis
novelas. Pero claro, ¿qué es de una historia sin su malvado en ella? No habría
trama, un problema que resolver entonces. Los villanos gustan en su terreno. Me
gustan como malvados, pero siempre preferiré y admiraré al héroe, porque los
héroes también tienen sus antecedentes y no por ello han decidido castigar a
todo el mundo por ello.
Ya lo dice Cristian Campos en el artículo: «Tu héroe puede hacer un montón de cosas malas,
puede cometer todo tipo de errores, puede ser perezoso y parecer estúpido,
siempre y cuando sea el tipo más listo de la habitación y sea bueno en su
trabajo. Eso es lo que le pedimos a nuestros héroes».
Y como dice Clary Fray en Ciudad de Fuego Celestial: "Los héroes no son siempre los que ganan. Son los que a veces pierden. Pero siguen luchando, siguen regresando. No se dan por vencidos. Eso es lo que los héroes hacen."
Los héroes tampoco son perfectos. Ellos
también matan, pero eso no los convierte en malos.
Matan a la gente adecuada, como Harry Potter destruye a Voldemort, porque él
quería dominar el mudno mágico y sacar de este a todos los muggles y a los “sangre
sucia” lo cual era injusto. Muchos de ellos se
dejan llevar por impulsos y por ello cometen errores como Clary Fray. Pero es
lo que los hace imperfectamente perfectos. Por eso los admiramos, porque no se
rinden. Pueden caer en las manos de los villanos pero no se rendirán porque
tienen que salvar el mundo. Y no solo el mundo, ya lo decía Alec Lightwood en
el último libro de la saga, Ciudad de Fuego Celestial: “No quiero al mundo, te
quiero a ti”. Porque en una elección entre el mundo del cual se encarga de
proteger como buen cazador de sombras que es a cambio de la muerte de su amante
Magnus, él prefiere morir con él. Porque no podemos olvidar que los héroes son
personas con sentimientos, al igual que los villanos. Como dice uno de mis admirados actores, Chris
Colfer: "Las personas no nacen héroes o villanos; son creados por
las personas de su entorno". Los villanos no están mal porque quieran ser
malos, sino porque han sido influenciados por algo en su vida que los hizo lo
que son. Siempre hay una razón por la que están mal. Muchos de ellos están
dañados. Muchos de ellos sufrieron maltrato emocional. A algunos de ellos se les
ha lavado el cerebro. Algunos de ellos sólo están actuando de esa manera porque
se les ha enseñado a actuar así. Lo que han vivido de niños o adolescentes es ―para
la mayoría de ellos― muy importante. E incluso los trastornos de la
personalidad no son sádicos solo allí. Han desarrollado esos trastornos, tal
vez porque mataron accidentalmente a un animal cuando eran niños y de alguna
manera encontraron gozo en aquella. Tal vez ellos siempre fueron humillados por
sus hermanos. Tal vez fueron abusados por sus padres. O tal vez fueron traicionados
por una persona a la que amaban. No les da el derecho a herir o matar, pero
explica por qué son como son.
No los antecedentes de todos los villanos se explican,
pero cuando lo hacen es así como puedo sentirme atraída por este personaje,
porque así puedes pensar sobre ellos y juzgarlos. No estoy diciendo que me
gusten, ni que son buenas personas, ni que serían amigos maravillosos. Pero,
¿no es fascinante descubrir más sobre estos personajes? Muchos de ellos son
impulsados por obsesiones. Y harían todo lo posible para alcanzar su
objetivo.
Muchos de ellos son impulsados por sentimientos.
No, no son seres sin emociones y no creo que su cerebro les diga “Voy a salir a
matar porque me apetece ahora ". Al contrario, tienen fuertes sentimientos
acerca de las cosas. Sentimientos desencadenados por situaciones y personas. Reacciones
defectuosas.
Disney también es sorprendente respecto a los
villanos de sus películas, como explican por qué son tan malos. Sin embargo,
todo esto, los villanos calificados como malvados se están volvieron más
vulnerables, incluso sentímos empatía por ellos como el artículo decía. Sí, lo
admito. ¿Cómo no hacerlo cuando se nos explica la historia desde el punto de
vista del villano como en Maléfica, la nueva versión de La bella durmiente? Eso
si no hablamos de Rompe Ralph. Es una de las películas de Disney que más me han
cambiado. Romper con el prototipo de que los malos son malos y por eso tenemos
que odiarlos. ¿Y si resultara que los malos están cansados de ser tratados así?
¿De ser considerados malos? ¿Y si quieren ser los héroes de su propia historia?
Sí, sin duda esta película me hizo plantear muchas cosas sobre estos
personajes.
No cabe mencionar también la última película de
Disney que he visto: Big Hero 6. Sí, tengo que hablar de esta, no puede
quedarse sin mencionar, lo siento. Disney ha pillado el truco para sacarnos los
“feelings” como diría una fangirl (como yo) matando a un personaje al que se le
pilla cariño. Pero no era eso de lo que iba a hablar sino, ¿os habéis fijado
como Callahan hace un villano tan perfecto en respuesta a Hiro como el héroe? Sí,
porque al final los dos son básicamente los mismos. Los dos perdieron a alguien
que amaban y estaban dispuestos a matar al que había provocado eso. Hasta que
Hiro no vio esos clips de Tadashi en el estómago de Baymax, no hubo diferencia
entre él y Callahan. Es como en Harry Potter: la profecía decía que el nacido
será igual que el Señor Tenebroso, pero que este primero tendría un poder que
el Señor Tenebroso desconocería. El amor. Pienso que el amor es uno de los
poderes más grandes que los héroes tienen y del que los villanos escasean.
Todo lo mencionado anteriormente es ficción, pero os
demostraré que toda ficción sale del mundo real. Bien, os plantearé una
pregunta: ¿alguna vez habéis pensado que podríais ser un villano? Bueno, nadie
se da cuenta de que nos comportamos mal. Simplemente no lo sabemos. Todos
pensamos que somos una especie de víctima, ¿no? Yo lo hago. Cuando otros me
hacen daño, me hacen víctima de sus acciones o palabras. Cuando fallo, soy una
víctima de mis propias decepciones. Cuando hago daño a otras personas, me hago
víctima de mi propia crueldad porque estoy tan desamparada que tengo que cometer una
acción que hace daño o decir cosas malas. Creo que siempre tenemos una manera
de enderezar la situación y hacernos creer que somos los únicos que sufren y
padecen. Incluso cuando nosotros somos los únicos culpables nos negamos a
verlo.
Porque como dice George R. R. Martin: "Nadie es un villano en su propia historia. Todos nosotros somos los héroes de
nuestras propias historias”.
Por último, y esta vez sí que es lo último, os dejo una pregunta en el lado derecho del blog para saber que pensáis sobre estos intrigantes personajes como lo son los villanos, tengo curiosidad de si la mayoría amáis a estos "hdp". ¡Tenéis toda la libertad de responder! Y por supuesto, de comentar lo que opináis sobre esto. Sé que ese lado maligno vuestro lo está deseando.
Por último, y esta vez sí que es lo último, os dejo una pregunta en el lado derecho del blog para saber que pensáis sobre estos intrigantes personajes como lo son los villanos, tengo curiosidad de si la mayoría amáis a estos "hdp". ¡Tenéis toda la libertad de responder! Y por supuesto, de comentar lo que opináis sobre esto. Sé que ese lado maligno vuestro lo está deseando.
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