Dejando un poco de lado ese espacio del
cerebro de Shakespeare que tenía para Romeo y Julieta, centrémonos más en la figura
de este famoso autor en general.
¿Sabíais que Shakespeare
es considerado como el epicentro del canon literario sobre el cual se expande
el resto de autores? Claro, que esto no es dato exacto, sino una
afirmación que el crítico estadounidense Harold Bloom estableció
en su ensayo El Canon Occidental (Anagrama, 1995).
Este es, quizás, uno de
los libros de referencia que catalogan cuáles son los escritores más
importantes de nuestro acervo y por qué sus obras perduraron como clásicos
literarios universales.
Pero bueno, no saliéndonos del tema, vosotros os estaréis preguntado "¿Y qué es el canon del que
habla esta?". Tranquilos, tiempo al tiempo. Empecemos por la palabra
canon.
A todos nos suena esa palabra, ¿cierto? No sé vosotros, pero cuando
mencionan la palabra canon lo primero que pienso es en la marca de
cámaras. Y sí, he investigado para ver si mi teoría estaba en lo cierto para
vosotros. Hay una larga historia por la que la compañía de Tokyo decidió llamar
a esta Canon, y uno de sus motivos fue este:
Aprovechando que la mayoría de mi clase de literatura se encuentra en la
de griego conmigo, os informo de que canon es una palabra que en el término
de mitología griega (κανών) significa "regla" o
"modelo". Eligieron este nombre porque los griegos usaban la
palabra canon cuando una obra estaba dentro de perfección. ¿Que por qué os
cuento esto que no viene a cuento? Pues por una sencilla razón, ¿no veis que
la compañía Canon ha pasado como... a una especie de canon de la
producción industrial?
Y no solo conocemos la palabra canon por esta compañía. Como ya mencioné
en una entrada atrás, existe un canon de parejas.
Está claro lo que es canon en este caso,
¿verdad? Y si no, os lo explicaré con un sencillo ejemplo. Usaré la obra de
Romeo y Julieta. Que una pareja sea canon significa que son
"oficiales" o desarrolladas dentro del contexto "real" de
la historia. Que va a ser una pareja verdadera. Aquí tendríamos a Romeo y
Julieta.
Pero por ejemplo, la pareja que forman
Paris y Julieta no sería considerada canon, porque no es verdadera. Paris es el
prometido de Julieta, a cualquiera podría gustarle esta pareja, pero eso ya
sería como.. una pareja formada por los fans (fandom), parejas que los fans
prefieron pero que no son verdaderas.
Y por supuesto, Romeo y Julieta pertenecen
a esta categoría porque no pueden separarse el uno del otro.
Sin embargo, no es al término
"canon" al que me refería sobre Shakespeare, sino a algo más
concreto, el canon literario. El canon literario es una lista breve pero muy
selecta de lo que se suelen llamar obras clásicas, esas que se siguen leyendo
con interés desde hace siglos, aunque en apariencia las veamos muy antiguas o
incluso anticuadas. Aunque tampoco existe una definición universalmente
aceptada. Otros lo denominan como la lista de autores selectos de un
género literario. Es decir, la lista que consagra a los mejores, los perfectos
y indiscutibles. El caso es que son elegidos por sus obras.
¿Y en que nos basamos para que las obras
como la de Romeo y Julieta pertenezcan a dicha lista? Pues si bien recordáis,
la palabra canon del griego significa "modelo" o "regla".
Bien, pues ya sea por su calidad, su originalidad, o por ciertos rasgos
formales y temáticos, ciertas obras han trascendido en la historia, arte y
cultura hasta nosotros.
¿Recordáis lo de que Shakespeare es considerado como el epicentro del canon
literario? Bien, pues en concreto, era del canon literario anglosajón.
Sabemos que William
Shakespeare es importante. Y famoso. Y no por su físico -cuidado, yo no estoy
diciendo que no fuera atractivo-. ¿Entonces por qué? Bueno, el simple hecho de que salga en Wikipedia ya
significa que es famoso, pero tampoco es por esto. Ni porque sea mencionado en
dibujos animados como los Simpsons o los Looney Tunes.
Aunque claro, ni siquiera necesita una
aparición en cualquier serie de dibujos animados, el ya tiene una película con
él mismo de protagonista, Shakespeare in love.
No, nada de esto. Shakespeare pertenece
al canon literario porque es el
escritor más grande que podamos llegar a leer, dadas la originalidad y la
extrañeza de su obra.
No solo Romeo y Julieta, sino Hamlet, Macbeth, Otelo,
El Rey Lear... todas estas comparten unas características:
· Se alterna el verso y
la prosa.
· Se domina la técnica del diálogo y el monólogo. Los
diálogos aportan información y hacen avanzar la acción, mientras que los
monólogos se reservan para expresar reflexiones, sentimientos e intenciones.
Los monólogos aparecen situados en momentos estratégicos de la acción
dramática, ya que suponen incisos en los que se recapitula, se evoca, se
profundiza en los temas.
· Se adecua el lenguaje al
personaje y a la situación (diferencia
del lenguaje culto y refinado de los cortesanos con el lenguaje popular de los
personajes secundarios. Ej: Romeo vs ama de Julieta), lo que provoca gran
variedad de registros, tonos y modos de discurso.
· Hay una profusión de recursos literarios.
Y es que en estos pequeños comics
paródicos vemos el famoso lenguaje de Shakespeare. De hecho hay un término
exacto para su lenguaje, "shakesperiano". Claro, que estas particularidades de
Shakespeare (que tiene en inglés)
lo vuelve un paradigma de la cultura inglesa.
Incluso encontramos páginas que te
"enseñan" a hablar como el famoso autor (Como hablar como Shakespeare aquí).
Por supuesto, también hay un rasgo común entre estas obras. Se tratan de tragedias. Claro que no todas las obras de Shakespeare se tratan de tragedias, también escribió comedias, obras historicas... pero las más conocidas son tragedias.
Evidentemente, William Shakespeare no es el
único que pertenece a esta lista. Muchos
críticos han buscado un listado perfecto para compilar una memoria literaria
imprescindible para los lectores venideros. El anterior mencionado Harold Bloom
fue uno de ellos. Se acercó al éxito de poder lograrlo, apartándose, eso sí, de
los vaivenes ideológicos que entierran y resucitan escritores.
El crítico estadounidense
trazó en su peculiar canon un mapa geográfico por las diferentes literaturas y
otorgó el pasaporte de “cruciales” a Chaucer, Shakespeare, Wordsworth y
Dickens, por Inglaterra; además de Montaigne y Molière por Francia o Dante,
Tolsoti y Goethe por Italia, Rusia y Alemania, y por España y
Latinoamérica Cervantes, Borges, Neruda y Carpentier, respectivamente.
Sin embargo no es Bloom quien decide quién
pertenece a dicha lista. Os preguntaréis entonces "¿Quién lo introduce en
ella entonces?" Pues tan simple como él mismo. No lo decide nadie.
Simplemente es algo que ocurre. Por ejemplo, tras la guerra mundial, toda la
literatura es pesimista y nostálgica, y no creo que nadie haya decidido eso,
sino que simplemente surge como consecuencia de los hechos.
Por lo que Shakespeare pertenece a la lista gracias a Romeo y
Julieta. El clásico que estamos trabajando. Y es que esta lista de clásicos
suele mantenerse sin grandes variaciones generación tras generación de forma
bastante sorprendente. Pero la razón es simple: ese conjunto escogido goza de
sólido prestigio social y se considera un elemento fundamental de la educación
de la juventud. En ella destacan obras que ya conocemos como la Odisea y la
Ilíada de Homero, Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, Decamerón de
Giovanni Boccaccio, Frankenstein de Mary Shelley, o incluso La Metamorfosis de
Franz Kafka que próximamente leeremos.
Por tanto, creo que para enseñar
literatura es inevitable establecer un canon, un repertorio cerrado de
obras y autores en que se conjuguen dos factores: el gusto
estético y la necesidad pedagógica. En el primer caso, lo que tenemos que
decidir es qué obras son las mejores por su pura calidad artística; en el
segundo, la pregunta clave es ¿cuáles de todas esas obras vale la pena
mostrar y estudiar en la escuela? No tanto porque aparezcan en el programa
oficial, sino porque son referentes ineludibles de la cultura propia y universal y pueden
ser estimulantes para contagiar el gusto por la lectura literaria.
Así que, ¿qué pensáis del canon literario? En mi opinión, para enseñar
literatura comprendo que sea necesario, pero respecto a lo que ya son
lectores... por una parte pienso que estoy en contra. En contra porque es otro
tipo de "clasificación". Una clasificación que se establece más por
el estilo estético. Claro que la forma en la que una obra literaria este
escrita es importante, si recordamos el fragmento sacado de "Por escrito
gallina una" que nos enseñó nuestro profesor de lengua, esa novela escrita
sin orden lógico, ¿quién disfruta leyendo eso? Parecía más un crucigrama más
que otra cosa. Pero veo más importancia en el contenido de la obra, la trama, y
he de decir que, tras estos 400 años, ni uno más ni uno menos, la obra de Romeo
y Julieta de Shakespeare me ha llegado. No sabría decir exactamente por qué.
Tal vez su forma de escribir, al ser ese inglés antiguo (aunque con las
traducciones se pierde un poco eso) distinto de lo actual, me llama la
atención. Tal vez sea el final trágico. En la literatura de ahora encontramos
más finales felices, por lo que un cambio siempre es bueno. Tal vez sea el
punto de vista de Shakespeare respecto al amor, tan exagerado que te preguntas
si es real. Y es que no sabría explicarlo, pero al menos para mí, tiene algo
que me atrae. Y me gustaría visualizar tales obras en el teatro (ya que son
obras teatrales), tanto como leer otras obras famosas suyas como Macbeth o
Hamlet. Por lo que bueno, existen canon respecto parejas, ahora he descubierto
que de la literatura también... ¿y por qué no? Me parece una buena lista de
recomendaciones para leer.
En conclusión, todos pensamos en que autores como
William Shakespeare son de los años de la pera, que es imposible que nos gusten
esas obras tan antiguas, pero tal vez nos equivoquemos. Tal vez Shakespeare
este muerto, pero no sus palabras. A todos los que os encontréis en la
situación de "leer o no leer, esa es la cuestión" os invito a que
conozcáis la historia de Romeo y Julieta de verdad -y no solo las cosas que se
dicen de dicha obra- y os enganchéis a las demás obras de especial escritor.
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